Higarillo invocó a Neptuno y Neptuno acudió a su cita.

Crónica de la Regata IV Ruta del Hierro.

Comenzó la temporada de regatas de Higarillo con la regata más larga de Euskadi en una sola etapa, su esperada Ruta del Hierro, que un año más volvió a sorprender a propios y allegados…
No es de extrañar que esta regata se esté convirtiendo en una cita  obligada para las tripulaciones que gustan de singladuras largas y duras, con buen humor a bordo y en el conjunto de la flota, ya que edición tras edición nos imbuye en un mar de auténticas sensaciones náuticas de altísima intensidad. Más de sesenta millas intentando navegar lo más rápido posible, en pleno mes de marzo, implica muchas horas de esfuerzo y exposición a lo que el mar nos haya reservado.
La convocatoria de regata así lo pronosticó, invocando a un Neptuno que siempre acude a su cita con Higarillo. En esta IV. Ruta del Hierro fue “el rey de la fiesta”. Todos bailamos a su son, o mejor, surfeamos las olas al ritmo trepidante que compuso con su aliado Eolo.

Ya en los días previos el ambiente fue altanero, con muchos partes meteorológicos contradictorios y cambiantes que poco tuvieron que ver con lo que nos encontramos después…

Para muchos la IV. Ruta del Hierro comenzó el viernes con el desplazamiento desde sus puertos de Gipuzkoa hasta Santurtzi. Algunos de ellos haciéndolo en solitario y sin apenas viento.

Amaneció el 17 de marzo con una luz extraña y caprichosa mientras Higarillo preparaba la recepción, inscripción y reunión de patrones. Nadie imaginaba lo que iba a suceder después, en el mar, donde todos queríamos estar ya, apurando nuestras fieles monturas.
Dadas las instrucciones pertinentes, ultimamos la puesta a punto de los veleros y zarpamos con la intención de hacer primero una buena salida, y 60 millas náuticas a tope después.
Se aproximaban las 12 horas y casi todos los barcos nos encontrábamos cerca de la línea, urdiendo una estrategia para colocarnos bien en el último bocinazo, cuando el viento empezó a soplar fuerte, desconcertándonos, amenazando, dejando fuera de combate a KATXIPORRETA, y prácticamente no paró de soplar hasta Hondarribia…
Pese a la fuerza del suroeste la salida fue tranquila, sin sustos, y toda la flota comenzó a surcar millas con viento de popa. Algunos tuvieron que trasluchar para pasar el cabo Villano, ya que la popa redonda era muy incómoda y casi obligada.
Con veintitantos nudos de aleta las millas se hacían sin sentir y pronto se observaron tres grupos bien diferenciados. Delante IKARO, SIGMOS, NAUTIS y BETIAITXE. En mitad de la flota MARUN, EKAITZA, KULUNKA y TXAJU II, detrás SANFAINA, DRAK, TRUMOIE, GELDI GELDI, MARMOTINHA, GRINGO y 43N. Nuestro barco de seguridad, el CHOBEE, cuidaba de que todo fuera bajo control.
En cabo Matxitxako llegamos a una calma, y los primeros gentilmente esperan al resto de la flota que se animan y se lo agradecen. Ya hemos recorrido 20 millas y las diferencias son pequeñas, todos tienen sus opciones intactas.
Como vino la breve calma se fue, y ahora la fuerza del viento iba a más, y más… Roló al oeste y subió aún más…
Nos encontrábamos frente a Otoio cuando Salvamento Marítimo (muchas gracias por la información y el seguimiento) nos avisó de que el esperado role al NW había llegado al Abra, pero con mayor intensidad, con rachas superiores a los 40 Kns. Rápidamente trasladamos el aviso a toda la flota, aquello nos iba a llegar…

Y llegó. Estábamos avisados y tomamos todas las precauciones, sufrimos las rachas, aún navegando de aleta pasamos malos momentos y rompimos velas y drizas, pero la mayoría continuamos adelante.

El viento se estableció entre 20 y 30 Kn lo cual era reconfortante… Pero el mar crecía y las olas de viento cada vez eran más grandes e incomodaban el gobierno de los veleros. Tras la gran zurra, IKARO se había desmarcado arriesgando con todo el trapo y surfeando hasta a 18 Kn de velocidad…
EKAITZA con tres rizos en la mayor y un Génova 120 se había colocado segundo, por detrás venían los demás como lobos hambrientos “con sus tablas de surf”. Cada ola era una aventura, un descenso sin fin.  Las correderas hacía tiempo que se habían vuelto locas y continuaron despendoladas hasta la línea de meta.

Por el camino el DRAK rompió la caña y en un alarde de pericia de su patrón y tripulación consiguieron no perder la pala del timón y gobernar en esas condiciones de mar y viento con “¡¡UN ALICATE DE PRESIÓN!!” de 20 cm.  

Se hizo de noche y Hondarribia estaba ya muy cerca, IKARO volaba, era inalcanzable. Llegó en algo menos de 8 horas 11 minutos. ENHORABUENA Txapeldun!!

Tras él el resto de la flota fue entrando hasta el GRINGO después de las 12 horas 3 minutos, que fue el último en real y dio una lección de tesón y saber hacer con sus poco más de 7 metros.

Los ratting hicieron justicia, como es habitual en esta asociación, y el domingo por la mañana se reconoció el mérito de algunos, sólo de los más rápidos.
Finalmente IKARO fue primero, EKAITZA segundo y SANFAINA tercero (además de primero de Gipuzkoa). GRINGO (navegando a dos) recibió un fuerte aplauso y una placa donada por EKP (Eukal Kirol Portuak) al barco más pequeño.

Mención especial para SANFAINA y KULUNKA que navegaron en solitario hasta Santurtzi e hicieron la regata a dos. Incluso Arkaitz Imaz estrenaba buen tripulante (enrolado por internet).

Desde Higarillo damos las gracias a todos los armadores y tripulaciones participantes por su ejemplar comportamiento y la enhorabuena por su buen humor y el ambiente generado. Esperamos que hayáis disfrutado como os merecéis.



Todos debemos saber que el Ayuntamiento de Santurtzi, Euskadiko Kirol Portuak, El Club Náutico de Hondarribi, y el Ayuntamiento de Hondarribia nos han ayudado y/o nos han tratado de maravilla. Así da gusto organizar regatas… ¡¡MUCHAS GRACIAS UN AÑO MÁS A TODOS!!



Clasificación general:
1.- IKARO
2.- EKAITZA
3.- SANFAINA
4.- NAUTIS
5.- KULUNKA
6.- SIGMOS
7.- MARUN
8.- GRINGO
9.- DRAK
10.- MARMOTHINA
11.- TXAJU II
12.- GELDI GELDI
DNF.- 43 N
DNF.- BETI AITXE
DNF.- TRUMOIE
DNS.- KATXIPORRETA

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