La Ruta de la Sal del 2008 no será recordada como la más dura de cuentas se han celebrado, todos coincidieron en que fue una regata difícil, muy difícil, posiblemente una de las complicadas de cuantas se han disputado. También, como indico Turro, divertida con los suficientes alicientes como para ser una gran regata de altura, de las que crean escuela y afición. Los pronósticos meteorologicos fueron confusos, en ocasiones contradictorios, aunque algunos aseguraron que al final se cumplieron, para otros participantes resultaron poco operativos a la hora de dibujar con precisión lo que podía ocurrir en la travesía. Al final una regata cargada de complicaciones donde los barcos en competición tuvieron que enfrentarse a todo tipo de situaciones; poco viento, mucho viento. Chubascos. Horas de encalmadas nocturnas. Una mar montada, muy potente y confusa, que combinada con vientos flojos e inestables castigo severamente a la flota, cobrándose un par de palos rotos y la perdida de dos timones. También muchas averías menores y roturas de velas. Frió. En el último tramo de la regata, prácticamente desde Tagomago hasta Ibiza, cuando las fuerzas están al límite, vientos de proa que alcanzaron, en algunas ocasiones, los 35 nudos. Unos escenarios complejos que como última consecuencia provocaron que finalmente lograsen terminar la regata sobre el 45% de los participantes. Concretamente 130 barcos cruzaron la línea de llegada en Botafoch tras una navegación que para Pepe Ferres, director de La Ruta de La Sal, ha sintetizado perfectamente las cualidades que definen a una buena regata de altura; “ La navegación de competición de altura a menudo obliga a que todos los participantes midan su potencial deportivo bajo situaciones diversas, siendo el resultado promedio de cada dificultad superada el que define su clasificación final. Esto, este año, en esta 21 edición de La Sal se ha cumplido escrupulosamente. Los equipos que han logrado clasificarse pueden acreditarse como auténticos expertos en la navegación en mar abierta. La regata ha sido muy difícil, terminar era, en muchos sentidos, un autentico éxito. Mi enhorabuena a todos ellos” por otro lado Ferres indico que, “Aunque la meteorología era muy confusa existiendo áreas donde sabíamos que la flota se enfrentaba a condiciones muy duras, la organización en todo momento pudo controlar en tiempo real lo que iba ocurriendo en mar.
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